Ese beso, tan lento y suave... esa cara angelical de no haber roto un plato en su vida, esas piernas abandonadas a la intemperie, ese cuerpo...tan especial.
Era de noche, concretamente la noche del 26 de Octubre.
Estábamos solos; la noche; el y yo.
Fue maravilloso el estar toda una noche junto a el.
Le regale mis labios, mi sonrisa, mi ser... le regale TODO.
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